Bueno, pues para comenzar a ilustrar la moda noventera, ¿quién mejor que (aunque el programa es aburridísimo y de mierda) los apuestos chicos de Beverly Hills 90210? No podemos dejar de recordar los pantalones entubados, los tenis impactantemente blancos y las enormes playeras lisas con las mangas dobladas para dar el look "bad to the bone" (fajadas, por supuesto) y los inverosímiles peinados que se erigían como un nostálgico vestigio de los 80.
Los shortcitos... cómo no. Además de la rotez que daba la impresión de estar muy a la moda, casi siempre censurada por accesorios que se usaban abajo de la ropa rota, también con el propósito de dar el look "bad to the bone".
Y para muestra basta un botón... o más bien una foto de Gloria Trevi, quien, a mi parecer, fue de los más grandes íconos de esta década tan maravillosa que siempre vivirá en nuestras mentes.
Eso, si eras mujer (o puto). Si eras hombre, posíblemente (si renunciabas al look "Beverly Hills") hayas optado por el look "Renegado", implementado por Lorenzo Lamas y su programa de televisión.
Y (gracias Biquie) tampoco podemos dejar fuera a los afamadísimos chupones de plástico duro que, aunque algunos sí los chupaban, tenían la función de adorno wannabe de moda, al lado de las donas para el cabello que poco se usaban en él.
Si tú poseías una dona para el cabello con algún diseño atractivo, o un chupón de algún color o material (como metal) que nadie más tuviera, eras una persona de verdad en potencia con posibilidades sociales infinitas (hasta aquel entonces). Gracias, chupones-inservibles-de-plástico-o-materiales-más-baratos, por hacer mi infancia más llevadera y lograr que la gente me hablara; gracias a ellos tengo los amigos que tengo ahora.
Los trolls: una innegable verdad más de los 90, la vida era mucho mejor cuando tenías un muñequito con pelo rosa o verde que peinar; claro que luego se arruinaban por mucho jugar con ellos, pero ¡qué demonios! era divertidísimo (además de que uno tenía la plena seguridad de que papá y mamá muy seguramente nos comprarían uno nuevo en caso de algún siniestro). Estas extrañas personitas eran también, más que una diversión inocente sin dobles fondos, una confirmación de que eras una persona normal, de onda, digna de dirigirle la palabra, alguien que encajaba con la década y con la sociedad. Si no tenías uno de éstos, muy posiblemente vivías en las montañas y no habías tejido tiritas de plástico en la escuela ni probado los chicles de Popeye; o quizás simplemente eras un desadaptado social sin aspiraciones futuras en el mundo de las relaciones públicas.
Gracias, trolls, gracias.
Si pudiera olvidar la década de los 90, probablemente lo haría; pero como eso es imposible, mejor atesoraré mis recuerdos y mis añoranzas infantiles para poder sentir tristeza y llorar en algunos años, cuando haya desperdiciado mi vida.
2 comentarios:
Las tiritas de plástico!!!!!! no maaaaaaaa, qué grandeza caray, había una niña en mi salón de tercero de primaria que era extremadamente popular por saber hacer diversos diseños con las tiritas, inclusive algunas niñas más pudientes le comparaban algunos de sus versátiles diseños... qué grande!!!! Recuerdas lo popular que era ir a Acapulco y hacer una escala al famosísimo Cici? y hacerte trenzitas que pronto estarían podridas por tanta agua y tanta arena? Y GARIBALDI!!!! garibaldi... porque yo tengo una bolita que me sube y me baja Ay! que me sube y me baja jojojojojo that's the 90's way... Me encantan tus post, le haré publicidad a tu blog hasta en las garnachas :D
Gloria Trevi, Fey, Magneto, Garibaldi... la música sí que estaba del nabo pero creo que todos fuimos fans de alguno o todos estos.
¡¡¡Y las Spice Girls!!! También dejaron su huella en mí... sólo que ya no la encuentro.
Yo tenía tantos chupones de todos los tamaños y colores... ¡ah! Y los hielocos, ¿los recuerdas? ¡También los tazos! Me desvivía comprando papas para tenerlos todos.
Saludos, Marsh.
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