miércoles, 17 de octubre de 2007

Back to the 90's (Parte III)

En la tercera parte de Back to the 90's, hablaremos de los más populares programas de televisión. Para comenzar con este recuento, hablaré de una serie que ha durado tanto como la pobreza o la prostitución y tiene más versiones que la pasión de Cristo: es cierto, me refiero a los Power Rangers. Ellos se transformaban en animales prehistóricos que se dedicaban en cuerpo, máquinas y alma a luchar contra las fuerzas del mal que acechaban al mundo. Sólo ellos podían ayudarnos, y eran tan duchos en las artes marciales, que con sólo un par de movimientos sumamente agraciados, hacían estallar a sus adversarios con sus avanzadas hachas y espadas. Como todo lo que tiene algo de éxito, tuvo su película (en la que nuestros héroes luchaban contra un moco púrpura).


Las últimas veces que he visto a los Power Rangers (que ya pelean en el hiperespacio y posiblemente bajo el agua), me he dado una aburrida que me ha abierto los ojos: son una mierda; sin embargo tienen su lugar y merecen ser mencionados.
El siguiente programa sí me gusta y lo recuerdo con mucho cariño, ya que me arrancó un sinnúmero de sonrisas. No podemos olvidar los enredos en los que se metía Will Smith en esta serie que lo puso en el mapa. ¿Recuerdan los bailes de Carlton? Así es, la serie de televisión noventera con más negros: El Príncipe del Rap. Podría apostar ambos riñones a que el 90% de la población de menores de edad que veía la tele en los 90 se sabe la canción en español perfectamente. Yo me la sé y puedo probarlo.



Continuando con la series gringas acerca de estudiantes en la flor de su juventud, Salvados por la Campana era de los mejores (mucho mejor que Beverly Hills, que eran puros dramas). Ningún pequeñuelo podía resistir ver las aventuras del güerito desmadroso, Zach Morris. Esta serie, además de buena, puso en el mapa del espectáculo a actores como Mario López y Tiffany Amber Thiesen, que ahora la veo hasta en la sopa (aunque ya hace cosas mucho más sexuales en lugar de ser la chavita buena onda).
No sé si recuerdan una serie llamada Viajeros en el Tiempo, pero se trataba de un compadre que viajaba inevitable e irremediablemente en el tiempo y no sólo eso, sino que además, en cada uno de sus episodios cambiaba de apariencia (una prostituta, un adolescente), aunque sólo quienes convivían con el veían quién era supuestamente. Tenía una especie de consejero que lo guiaba en todo momento. Esta era una serie muy querida para mí.


Ahora, uno de mis favoritos: Cuentos Desde la Cripta. Esta serie me gustaba especialmente porque los cuentos eran verdaderamente sórdidos, crueles y no tenian finales felices ni eran historias tan ñoñas como las de R.L. Stine. Esto sí era terror si tenías 7 años y te daba miedo incluso el narrador (que ahora que lo pienso, es bastante atractivo y elegante). Otra razón por la que me encantaba este programa, era que estaba medio mal visto en mi casa porque luego no dormía cuando lo veía... jaja... bueno, ni hablar.


Las caricaturas fueron sumamente importantes. Series como Los Picapiedra, Los Pitufos, Los Supersónicos, Tom y Jerry, La Pantera Rosa y Los Snorkels formaron parte imprescindible de mi educación y mi entretenimiento. No pasaba un día sin que yo viera alguno de estos programas, que le servían a mis padres para que yo me idiotizara frente a la T.V. y ellos no tuvieran que estar lidiando con mi hiperactividad azucarosa toda la tarde.
El tío Gamboín también tenía lo suyito, y aunque yo en realidad no era tan fan del tío, creo que debe ser mencionado, ya que él (en complicidad con su gato, GC) fingió interés en los niños durante años para conservar su empleo y entretenernos a todos. Q.E.P.D el tío Gamboín, jamás lo olvidaremos.
Y ya que estamos hablando de rucos sobresalientes en el medio, recordemos también a Raúl Velasco y su programa Siempre en Domingo, que reunía a toda la familia en frente de la TV, para ver a los más famosos artistas del momento. Este programa fue la plataforma artística para muchos cantantes de la talla de Luis Miguel, Lucerito y Emmanuel.

Y ahora, un programa que ni siquiera necesita presentación (aunque la tenga): ¡El Juego de la Oca! Y su incomparable sección: beso o tortazo




Por el momento es todo, ya que este post ya está muy largo, pero no crean que esto es todo... hay muchos, muchos más programas engendrados por la temible década de los 90, sólo que no incluí la televisión por cable, me tardaría toda la noche sólo con Nickelodeon.

5 comentarios:

_RoDri6o::.° dijo...

No mames… viajeros en el tiempo…. Viste el capitulo donde se encuentra con “al” pero versión “el diablo”… que todo da vueltas… y sale una cabra… y así bien pesado… Recuerdo que la maquinita que hacia ruiditos y daba datos del futuro se llamaba “Ziggy”… creo que así le pondré a mi primogénito…

*Biquie* dijo...

Ohhhhhhhh la nostalgia... sólo por eso te voy a mandar un mail bien padre de caricaturas noventeras de corazón, recuerdas a Fóforo? era un perro azul y tenía aventuras sorteando a los perreros jeje y a Titíla y el duende mágico, Fraggle Rocks, y tienes toda la razón uno se tardaría otra década recordando por canal la programación... amo con locura tus post de los 90's

Frances Mach dijo...

oye, ese juego de la oca es como nuevo, el viejo tenía mejores canciones... bueno... porque no pusiste a los osos gummie, esos si eran la onda o a los gatos samurai... buuu... esta bueno el post

Marle dijo...

es que los osos gummi son rependejos... como los pinches ositos cariñositos

Tatzuo dijo...

Uff como no acordarse de ese capitulo!!!
No me los perdía por nada!!!
Recuerdo el ultimo capitulo cuando no regresa nunca a casa, o cuando el regresa a su "yo" mas joven...