Bueno, no he hablado con Dios, tampoco tuve una revelación ni una epifanía; pero sé que les dará gusto saber que he estado pensando (gajes de la sobriedad) y, como Lupita D'alessio, HOY VOY A CAMBIAR. Se preguntarán a qué coños me refiero, pero no se lo diré, ya que, como de costumbre, es información clasificada. Pero, amigos, sean felices, que sólo me puede ir bien.
Hoy me levanté de muy buen humor... pero luego se me quitó porque ¡PUTA MADRE, qué pinche frío! Es increíble que haga tanto frío en un lugar en el que el clima solía ser tan agradable hace no tanto tiempo. Afortunadamente, es domingo y me encuentro echando la hueva de manera total e inminente (creo que todos deberían intentarlo, por lo menos un rato). Este maldito clima de verdad me hace pensar que el mundo se acabará pronto o, más bien, que ya nos estamos acabando el mundo gracias a nuestro hermoso egocentrismo de raza humana sapiente. Aunque si me preguntan acerca del homo, así que digan sapiens, sapiens... pues no me lo parece. Aguas con el mundo, cuídenlo, que queda poco. Como dijo Paco: no maten a los animales, ¿qué ojetadas son esas? Además, el karma y la naturaleza son cabrones. No estén tirando basura, no sean trogloditas. No toquen el claxon (y menos donde hay hospitales), que eso no ayuda a quitar el tráfico... ¿o qué? A poco cuando les tocan el claxon a ustedes dicen: "no, mames, ya me voy a apurar porque este hermano tiene prisa." Claro que no.
Este pensamiento, lejos de ser una moralina o un debraye hippy, es un producto de mi instinto de conservación y supervivencia: yo no quiero tener fríos bajo cero, que yo soy de piel morena y no nací para soportar la nieve ni los climas extremosos (como ahora, que en la mañana puede que haga un chingo de calor, pero luego llueve y luego hace un frío de su puta madre). Neta, ¿no les da aunque sea un poquito de miedo lo que pueda pasar? Respeten.
En fin, terminada la reflexión, que seguramente se pasarán por el arco del triunfo cínicamente (cosa que ya no es mi pedo), los dejo con este vídeo que me devolvió el buen humor que el frío y la ansiedad me arrebataron.
Me caen bien los chinos porque son muy chistosos y siempre me ponen de muy buen humor....jajajaja, no mames, que cagados.
domingo, 28 de octubre de 2007
miércoles, 17 de octubre de 2007
Back to the 90's (Parte III)
En la tercera parte de Back to the 90's, hablaremos de los más populares programas de televisión. Para comenzar con este recuento, hablaré de una serie que ha durado tanto como la pobreza o la prostitución y tiene más versiones que la pasión de Cristo: es cierto, me refiero a los Power Rangers. Ellos se transformaban en animales prehistóricos que se dedicaban en cuerpo, máquinas y alma a luchar contra las fuerzas del mal que acechaban al mundo. Sólo ellos podían ayudarnos, y eran tan duchos en las artes marciales, que con sólo un par de movimientos sumamente agraciados, hacían estallar a sus adversarios con sus avanzadas hachas y espadas. Como todo lo que tiene algo de éxito, tuvo su película (en la que nuestros héroes luchaban contra un moco púrpura).
Las últimas veces que he visto a los Power Rangers (que ya pelean en el hiperespacio y posiblemente bajo el agua), me he dado una aburrida que me ha abierto los ojos: son una mierda; sin embargo tienen su lugar y merecen ser mencionados.
El siguiente programa sí me gusta y lo recuerdo con mucho cariño, ya que me arrancó un sinnúmero de sonrisas. No podemos olvidar los enredos en los que se metía Will Smith en esta serie que lo puso en el mapa. ¿Recuerdan los bailes de Carlton? Así es, la serie de televisión noventera con más negros: El Príncipe del Rap. Podría apostar ambos riñones a que el 90% de la población de menores de edad que veía la tele en los 90 se sabe la canción en español perfectamente. Yo me la sé y puedo probarlo.
Continuando con la series gringas acerca de estudiantes en la flor de su juventud, Salvados por la Campana era de los mejores (mucho mejor que Beverly Hills, que eran puros dramas). Ningún pequeñuelo podía resistir ver las aventuras del güerito desmadroso, Zach Morris. Esta serie, además de buena, puso en el mapa del espectáculo a actores como Mario López y Tiffany Amber Thiesen, que ahora la veo hasta en la sopa (aunque ya hace cosas mucho más sexuales en lugar de ser la chavita buena onda).
No sé si recuerdan una serie llamada Viajeros en el Tiempo, pero se trataba de un compadre que viajaba inevitable e irremediablemente en el tiempo y no sólo eso, sino que además, en cada uno de sus episodios cambiaba de apariencia (una prostituta, un adolescente), aunque sólo quienes convivían con el veían quién era supuestamente. Tenía una especie de consejero que lo guiaba en todo momento. Esta era una serie muy querida para mí.
Ahora, uno de mis favoritos: Cuentos Desde la Cripta. Esta serie me gustaba especialmente porque los cuentos eran verdaderamente sórdidos, crueles y no tenian finales felices ni eran historias tan ñoñas como las de R.L. Stine. Esto sí era terror si tenías 7 años y te daba miedo incluso el narrador (que ahora que lo pienso, es bastante atractivo y elegante). Otra razón por la que me encantaba este programa, era que estaba medio mal visto en mi casa porque luego no dormía cuando lo veía... jaja... bueno, ni hablar.
Por el momento es todo, ya que este post ya está muy largo, pero no crean que esto es todo... hay muchos, muchos más programas engendrados por la temible década de los 90, sólo que no incluí la televisión por cable, me tardaría toda la noche sólo con Nickelodeon.
Las últimas veces que he visto a los Power Rangers (que ya pelean en el hiperespacio y posiblemente bajo el agua), me he dado una aburrida que me ha abierto los ojos: son una mierda; sin embargo tienen su lugar y merecen ser mencionados.
El siguiente programa sí me gusta y lo recuerdo con mucho cariño, ya que me arrancó un sinnúmero de sonrisas. No podemos olvidar los enredos en los que se metía Will Smith en esta serie que lo puso en el mapa. ¿Recuerdan los bailes de Carlton? Así es, la serie de televisión noventera con más negros: El Príncipe del Rap. Podría apostar ambos riñones a que el 90% de la población de menores de edad que veía la tele en los 90 se sabe la canción en español perfectamente. Yo me la sé y puedo probarlo.
Continuando con la series gringas acerca de estudiantes en la flor de su juventud, Salvados por la Campana era de los mejores (mucho mejor que Beverly Hills, que eran puros dramas). Ningún pequeñuelo podía resistir ver las aventuras del güerito desmadroso, Zach Morris. Esta serie, además de buena, puso en el mapa del espectáculo a actores como Mario López y Tiffany Amber Thiesen, que ahora la veo hasta en la sopa (aunque ya hace cosas mucho más sexuales en lugar de ser la chavita buena onda).
No sé si recuerdan una serie llamada Viajeros en el Tiempo, pero se trataba de un compadre que viajaba inevitable e irremediablemente en el tiempo y no sólo eso, sino que además, en cada uno de sus episodios cambiaba de apariencia (una prostituta, un adolescente), aunque sólo quienes convivían con el veían quién era supuestamente. Tenía una especie de consejero que lo guiaba en todo momento. Esta era una serie muy querida para mí.
Ahora, uno de mis favoritos: Cuentos Desde la Cripta. Esta serie me gustaba especialmente porque los cuentos eran verdaderamente sórdidos, crueles y no tenian finales felices ni eran historias tan ñoñas como las de R.L. Stine. Esto sí era terror si tenías 7 años y te daba miedo incluso el narrador (que ahora que lo pienso, es bastante atractivo y elegante). Otra razón por la que me encantaba este programa, era que estaba medio mal visto en mi casa porque luego no dormía cuando lo veía... jaja... bueno, ni hablar.
Las caricaturas fueron sumamente importantes. Series como Los Picapiedra, Los Pitufos, Los Supersónicos, Tom y Jerry, La Pantera Rosa y Los Snorkels formaron parte imprescindible de mi educación y mi entretenimiento. No pasaba un día sin que yo viera alguno de estos programas, que le servían a mis padres para que yo me idiotizara frente a la T.V. y ellos no tuvieran que estar lidiando con mi hiperactividad azucarosa toda la tarde.
El tío Gamboín también tenía lo suyito, y aunque yo en realidad no era tan fan del tío, creo que debe ser mencionado, ya que él (en complicidad con su gato, GC) fingió interés en los niños durante años para conservar su empleo y entretenernos a todos. Q.E.P.D el tío Gamboín, jamás lo olvidaremos.
Y ya que estamos hablando de rucos sobresalientes en el medio, recordemos también a Raúl Velasco y su programa Siempre en Domingo, que reunía a toda la familia en frente de la TV, para ver a los más famosos artistas del momento. Este programa fue la plataforma artística para muchos cantantes de la talla de Luis Miguel, Lucerito y Emmanuel.
Y ahora, un programa que ni siquiera necesita presentación (aunque la tenga): ¡El Juego de la Oca! Y su incomparable sección: beso o tortazo
Y ahora, un programa que ni siquiera necesita presentación (aunque la tenga): ¡El Juego de la Oca! Y su incomparable sección: beso o tortazo
Por el momento es todo, ya que este post ya está muy largo, pero no crean que esto es todo... hay muchos, muchos más programas engendrados por la temible década de los 90, sólo que no incluí la televisión por cable, me tardaría toda la noche sólo con Nickelodeon.
¿De qué hablan?
back to the 90's,
televisión
domingo, 7 de octubre de 2007
Miss Simpatía
Yo creía que la cábula de los gringos seguía siendo Chris Crocker (ya que es claro que lo merece), pero acabo de enterarme -aunque debí haberlo supuesto- que en los E.E.U.U. no sólo existe el concurso de belleza Miss USA, sino que también hay un Miss Teen USA, para esas hermosas muchachas que no deseen esperar algunos años más para vivir de su apariencia.
Este concurso ocurrió muy recientemente.
Ahora, a mí siempre me han dicho que los criterios para elegir a estas talentosas señoritas no sólo incluyen el tamaño de sus senos, cuántas horas pueden aguantar una sonrisa fingida y su capacidad para no decir nada; sino que además, necesitan ser un poco, sólo un poco inteligentes. Debo haber soñado este último punto, ya que acabo de ver un vídeo en el que le preguntan a una concursante de Miss Teen USA, Miss South Carolina, su opinión acerca de por qué algunos estadounidenses no son capaces de localizar su propio país en un mapa del mundo y esto es lo ella respondió:
Resulta increíble que sea tan difícil para ellas responder coherentemente a preguntas tan fáciles, incluso diseñadas especialmente para dar una respuesta corta que te haga quedar bien y, en algunos casos, ensayadas con anterioridad. Obviamente, las invitaciones a talk shows, su aparición en esos "noticieros" conducidos por un gay poco ameno, y las burlas por parte de los ociosos en internet y los más sosos comediantes no se hicieron esperar:
Así que si alguna vez has soñado con ser una reina de belleza, asegúrate de hacerte una cirugía para quitarte 1 kg de cerebro y usarlo para aumentar la talla de tu brassiere. ¿Ustedes qué opinan?
Este concurso ocurrió muy recientemente.
Ahora, a mí siempre me han dicho que los criterios para elegir a estas talentosas señoritas no sólo incluyen el tamaño de sus senos, cuántas horas pueden aguantar una sonrisa fingida y su capacidad para no decir nada; sino que además, necesitan ser un poco, sólo un poco inteligentes. Debo haber soñado este último punto, ya que acabo de ver un vídeo en el que le preguntan a una concursante de Miss Teen USA, Miss South Carolina, su opinión acerca de por qué algunos estadounidenses no son capaces de localizar su propio país en un mapa del mundo y esto es lo ella respondió:
Resulta increíble que sea tan difícil para ellas responder coherentemente a preguntas tan fáciles, incluso diseñadas especialmente para dar una respuesta corta que te haga quedar bien y, en algunos casos, ensayadas con anterioridad. Obviamente, las invitaciones a talk shows, su aparición en esos "noticieros" conducidos por un gay poco ameno, y las burlas por parte de los ociosos en internet y los más sosos comediantes no se hicieron esperar:
Así que si alguna vez has soñado con ser una reina de belleza, asegúrate de hacerte una cirugía para quitarte 1 kg de cerebro y usarlo para aumentar la talla de tu brassiere. ¿Ustedes qué opinan?
¿De qué hablan?
babosa,
estoy drogado,
estupida,
idiota,
las víboras me dan miedo,
mierda
viernes, 5 de octubre de 2007
martes, 2 de octubre de 2007
La vida en corto II
Ya sé, ya sé... muchos cortos de parejas, pero este de verdad que merece. Me lo pasó Ana (la supuesta colaboradora de este blog que nunca se viene a parar por aquí). Muy bueno, hagamos como que es un post suyo, para que nadie diga que no participa.
Es un cortometraje español del director Manuel Calvo, con Elena Anaya como Ana y Diego Martín como Manuel. Que lo disfruten tanto como yo.
Ana y Manuel
Es un cortometraje español del director Manuel Calvo, con Elena Anaya como Ana y Diego Martín como Manuel. Que lo disfruten tanto como yo.
Ana y Manuel
lunes, 1 de octubre de 2007
Back to the 90's (Parte II)
Bueno, pues para comenzar a ilustrar la moda noventera, ¿quién mejor que (aunque el programa es aburridísimo y de mierda) los apuestos chicos de Beverly Hills 90210? No podemos dejar de recordar los pantalones entubados, los tenis impactantemente blancos y las enormes playeras lisas con las mangas dobladas para dar el look "bad to the bone" (fajadas, por supuesto) y los inverosímiles peinados que se erigían como un nostálgico vestigio de los 80.
Los shortcitos... cómo no. Además de la rotez que daba la impresión de estar muy a la moda, casi siempre censurada por accesorios que se usaban abajo de la ropa rota, también con el propósito de dar el look "bad to the bone".
Y para muestra basta un botón... o más bien una foto de Gloria Trevi, quien, a mi parecer, fue de los más grandes íconos de esta década tan maravillosa que siempre vivirá en nuestras mentes.
Eso, si eras mujer (o puto). Si eras hombre, posíblemente (si renunciabas al look "Beverly Hills") hayas optado por el look "Renegado", implementado por Lorenzo Lamas y su programa de televisión.
Y (gracias Biquie) tampoco podemos dejar fuera a los afamadísimos chupones de plástico duro que, aunque algunos sí los chupaban, tenían la función de adorno wannabe de moda, al lado de las donas para el cabello que poco se usaban en él.
Si tú poseías una dona para el cabello con algún diseño atractivo, o un chupón de algún color o material (como metal) que nadie más tuviera, eras una persona de verdad en potencia con posibilidades sociales infinitas (hasta aquel entonces). Gracias, chupones-inservibles-de-plástico-o-materiales-más-baratos, por hacer mi infancia más llevadera y lograr que la gente me hablara; gracias a ellos tengo los amigos que tengo ahora.
Los trolls: una innegable verdad más de los 90, la vida era mucho mejor cuando tenías un muñequito con pelo rosa o verde que peinar; claro que luego se arruinaban por mucho jugar con ellos, pero ¡qué demonios! era divertidísimo (además de que uno tenía la plena seguridad de que papá y mamá muy seguramente nos comprarían uno nuevo en caso de algún siniestro). Estas extrañas personitas eran también, más que una diversión inocente sin dobles fondos, una confirmación de que eras una persona normal, de onda, digna de dirigirle la palabra, alguien que encajaba con la década y con la sociedad. Si no tenías uno de éstos, muy posiblemente vivías en las montañas y no habías tejido tiritas de plástico en la escuela ni probado los chicles de Popeye; o quizás simplemente eras un desadaptado social sin aspiraciones futuras en el mundo de las relaciones públicas.
Gracias, trolls, gracias.
Si pudiera olvidar la década de los 90, probablemente lo haría; pero como eso es imposible, mejor atesoraré mis recuerdos y mis añoranzas infantiles para poder sentir tristeza y llorar en algunos años, cuando haya desperdiciado mi vida.
¿De qué hablan?
back to the 90's,
Fetiches
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